sábado, 7 de julio de 2012

Un veterinario, por favor


Bella rotonda la que el Ayuntamiento de Carmona dedicó en su día a los caballos en general. Sobre todo sentimental, por aquello de nuestras raíces como municipio rural ligado a la agricultura y a la ganadería. Por ello, cuando pasamos junto a la "rotonda de los caballos", camino de campo abierto, algunos, como WELLINGTON, relinchan... Tras indagar en el proceloso lenguaje de los equinos, he llegado a la conclusión de que mi amigo WELLI lo que proclama a los cuatro vientos es la presencia de un veterinario.


Él no entiende de materiales artificiales... piensa que sus congéneres son de carne y hueso y padecen de sus heridas. ¿Ésto tiene arreglo, o tiene y tampoco hay dinero? 

    

Es pronto para enviarlos al matadero

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